Translate

domingo, 18 de diciembre de 2016

Mike Schmulson, elegancia y erudición


Tengo algo que confesar. Soy nieto de la única persona que se va alegrar con la muerte de Mike Schmulson. Así es, mi abuela Mélida Castilla Navarro por fin se encontrará con la persona que logró, con su narración, mitigar los dolores producidos por la artritis reumatoide. Corría la década del 40 cuando la abuela fue afectada por esa enfermedad. El dolor y la rigidez afectaban su calidad de vida. Pero en 1948 cambiaron un poco las cosas para doña Mélida. En ese año se inicia el béisbol profesional en Barranquilla y dos grandes del periodismo beisbolero se unen para llevar los partidos a través de la radio. Mike Schmulson y Chelo De Castro llevaron a mi abuela el alivio que los medicamentos no proporcionaban. La abuela que por las limitaciones no salía del cuarto, fue instruida por sus sobrinos sobre las reglas del juego, le pintaron un diamante y listo. Don Mike y Don Chelo tenían en la abuela a su más fiel oyente y el equipo del Torices una seguidora más.
Hoy recordé esos momentos vividos por mi madre y la abuela, luego de escuchar una entrevista que Marcos Pérez Quintero le hizo recientemente a Mike Schmulson. Sin temor a equivocarme, Don Mike fue el gestor y primer representante del periodismo deportivo elegante y con erudición. Oír o ver un partido comentado por este lituano/barranquillero garantizaba aprender o enterarse de algo más. El conocimiento de Mike fue mucho más allá de los horizontes beisboleros o del boxeo; ingeniero químico y economista, empresario, periodista y hasta concejal de Barranquilla, Schmulson se movía con elegancia y erudición en todos los terrenos. Sus transmisiones, beisboleras o de boxeo, estaban enmarcadas por comentarios reposados hechos desde el púlpito reservado para los conocedores. Las nutridas referencias históricas, el derroche de estadísticas, su humor fino y un lenguaje franco constituían el arsenal periodístico de Don Mike en el campo deportivo. Barranquillero hasta los tuétanos, en 1997 disfrutó como pocos la consagración del primer pelotero de la tierra en una serie mundial. Con un “vamos pelao”, al mejor estilo de los “quilleros”, Mike estimuló a Edgar Rentería para impulsar el hit de oro que entregó la serie mundial, por primera vez, a un colombiano.
Estoy seguro que la abuela Mélida está feliz. Su narrador favorito llega a acompañar las narraciones de sus amigos Marcos Pérez, Julio Blanch, Napoleón Perea y tiene un bisnieto que sigue los pasos en el periodismo de estos grandes. 

La música de los jóvenes

La música de los Jóvenes.
¿Habrá algo más inútil que llevar la contraria al gusto de los jóvenes? El divino tesoro ha hecho y dicho lo qué le pareció desde tiempos inmemoriales. En muchas ocasiones han sido protagonistas del cambio generacional. De manera que no parece prudente plantear una cruzada contra las preferencias de los jóvenes, so pena de ser juzgado como viejo, retrógrado y anacrónico.
Sin embargo, haré caso omiso a las recomendaciones de no meterme donde no me han llamado y esbozaré alguna idea sobre el gusto musical de las nuevas generaciones.
Parto para esta cruzada dejando claro que el problema no es con los jóvenes y su música. Claramente la música y los jóvenes han participado en los principales movimientos culturales y políticos que han significado cambios en el mundo. El festival de Woodstock puede tomarse como referencia para la anterior aseveración. En agosto de 1969 se reunieron alrededor de 30 agrupaciones integradas en su mayoría por músicos jóvenes. Destacables por su música y juventud Jimmy Hendrix con 28 años, Carlos Santana con 22 y Keith Moon, baterista líder de la banda británica The Who, con 23 años. Participaron más de 400.000 personas, se tomaron todo el LSD y se fumaron toda la mariguana que pudieron y sin embargo no se escucharon las canciones con el nivel de pornografía que los músicos de hoy nos traen.
Comprendo que puede ser difícil comparar la música escuchada en Woodstock o en el concierto Live Aid con ritmos actuales como el reggaeton, el rap o la música electrónica. Estos ritmos simples, casi monótonos, con canciones cantadas a velocidad de trabalenguas y contenidos de nivel pornográfico, no tendrán la recordación de la música presentada en los festivales mencionados.
Solo por si algún reguetonero le da por leer esta nota le voy a dejar versos inolvidables de canciones en diferentes géneros.
Dicen que el verso más bello del vallenato está en la canción Matilde Lina del maestro Leandro Diaz que dice:
Cuando Matilde camina,
hasta sonríe la sabana
Volver, tango de Carlos Gardel trae otro verso hermoso:
Volver, con la frente marchita,
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
En ritmo de salsa La Charanga 76, interpreta la canción Soy. Con múltiples versos de los cuales escogí este:
Soy el agua de los ríos,
que corriendo siempre está.
Todo lo que tengo es mío, y de los demás
I had a dream escuchada en woodstock decía:
Tuve un sueño anoche
¡Qué lindo sueño fue
Soñé que todos estábamos bien
Felices en la tierra de Oz
Entonces reguetoneros, talento tienen de sobra, es solo replantear las letras y ponerle ritmo a la vaina. ¡Suena fácil!

domingo, 4 de diciembre de 2016

Primer libro en televentas

Los programas de televentas y los productos que promocionan me producen interrogantes. Con relación al programa, siempre me pregunto, ¿quién ve un programa de estos? Se puede decir: Más trasnochado o más desocupado que aquel que ve un programa de televentas. Pero también se comenta con frecuencia, todo lo promocionado en la TV, alguien lo ve, se antoja y lo compra. Puede ser.
Ahora, con tanto almacén disponible para vender cuanto invento se produzca y tanta vendedora de revista, vista hoy en oficinas públicas y privadas; ¿por qué un artículo es susceptible de ser vendido en un programa de televentas? ¿Qué características debe tener un objeto para ser promocionado en los famosos y no muy bien ponderados programas de televentas?
No tengo respuestas para las dos preguntas, pero con la escritura de mi libro, vislumbré que este libro tenía el potencial para ser promocionado en un programa de televentas.
Imaginaba un amplio set con una preciosa modelo que tiene el rol de una compradora interesada en un libro multifacético y un joven vendedor, con músculos para promocionar algo más pesado que un libro de crónicas y también interesado en mirar volúmenes, pero no literarios de la modelo.
Los actores hablando con el volumen y énfasis del que le habla a un pariente sordo, muestran las bondades de mi libro.
El libro sirve, obviamente, para leerlo, sobre todo si usted tiene el tiempo de los que ven programas de televentas o si esta trasnochado. Desde los papiros del mar muerto se sabe que leer libros produce sueño. La compra del libro le puede ahorrar el dinero de las píldoras para dormir.
El diseño del libro, al igual que otros artículos promocionados en televentas, fue cuidadosamente pensado para otros usos.
Este libro tiene el tamaño perfecto para acuñar mesas o escritorios viejos y descuadrados. Esa mesa o escritorio que usted va a eliminar porque cuando se apoya el tenedor para cortar la carne le hace desbordar la sopa al que está del otro lado o dañan la firma a todo aquel que lo use, puede ser puesto en uso acuñando la pata coja con este poderoso texto.
No es gratuito que el libro se promocione en diciembre. Ustedes tienen la oportunidad de dejarlo en su bolsita y entregarlo a esos personajes, recordados a última hora, que no clasificaron para la lista oficial de regalos.
Fundamental el tipo de papel usado para este novedoso libro. Es inflamable, pero de combustión lenta, excelente para prender fogatas o asados. Importante, la tinta usada no produce gases tóxicos, de manera que los alimentos preparados en el asado no cambian su sabor.  
Finalmente, si no encuentran qué hacer con el dichoso libro, todavía tienen la posibilidad de enviarlo a parientes venezolanos con problemas para resolver necesarios y fisiológicos menesteres.




sábado, 19 de noviembre de 2016

Elecciones en USA


Llegué a Washington un par de días antes de las elecciones del 8 de noviembre. Nunca había pisado suelo norteamericano en época de elecciones, de manera que llevaba toda la expectativa posible. La primera impresión que tuve y que aún conservo fue que la rivalidad observada entre los candidatos, no se reflejaba en el ánimo del común de la gente. En todo el recorrido del aeropuerto al hotel y en los que hice posteriormente no vi un solo indicio de campaña electoral de uno o de otro bando. La contienda estaba reservada solo para la gran carpa y tal vez en los sitios de campaña, pero en la calle, no.
Una situación que pude detectar de primera mano es la presencia del llamado voto vergonzante. Pude notar como las personas no querían decir por cual candidato habían votado. Inclusive después de confirmada la victoria hotelera, sus votantes se resistían a confesar su preferencia por el hombre de la lengua suelta y el copete rubio.
Lo cierto es que Hilary perdió, ganando en el voto popular y Trump ganó en el voto de los representantes electorales. Difícil pero previsible situación. Como pocas veces en la historia, cada candidato tenía la oportunidad de enfrentar al peor contrincante posible y ganar sin mayor esfuerzo. Hilary se dedicó todo el tiempo a decir lo que tocaba. Trump, mientras tanto, centró su discurso en apoyar los temas que le interesan al grueso del pueblo americano blanco. Bajar impuestos, acabar con la inmigración, restringir el libre comercio y otras medidas que con toda seguridad no podrán ser llevadas a cabo; porque ese intangible llamado el establecimiento no se lo permitirá.
Escuchando los temores, expresados por los medios, con relación a las propuestas de Trump me acordé de mis épocas mozas cuando debatía las ejecutorias de la mesa directiva de la ANIR. El sindicato de internos y residentes sostenido gracias al apoyo de la Universidad Nacional y su ánimo pluralista. Aunque la realidad era que ese sindicato no tenía ningún futuro, para nosotros tenía sentido y lo defendíamos. Pese a ser egresado de una universidad privada, aprendí rápido los modos y arengas de las públicas. Rápidamente fui tomado en cuenta, mis apreciaciones similares a las de Trump en el sentido de querer hacer lo que la galería pedía, resultaban atractivas.
Los resultados fueron positivos, salí elegido en la mesa directiva para el periodo de 1994. Hicimos hasta lo imposible por cumplir las promesas de campaña. Pero como era de esperarse, pocas cosas se concretaron. El establecimiento se salió con la suya y todo siguió igual.
La historia se está escribiendo, en unos años conoceremos el ganador del pulso entre las ideas ultraderechistas de Trump y el consolidado pero intangible Establecimiento.


lunes, 7 de noviembre de 2016

Kalimán en Estambul

El anuncio cayó como un baldado de agua, tibia. El encuentro de investigadores se movía para Estambul por problemas de logística en la ciudad inicialmente programada. Estambul, Bizancio, Constantinopla, tres nombres distintos y una ciudad verdadera. Conocer la meca de la historia, el punto de encuentro de las culturas que dominaron el mundo. Hasta ese momento el conocimiento que tenía de Estambul se basaba en lo aprendido en el colegio y lo vivido mientras escuchaba la radionovela Kalimán. Ambas situaciones muy lejos de la realidad del actual mundo árabe.
No pude evitar recordar los tiempos de la radionovela. Me sentaba en el piso, con la cabeza puesta en el regazo de mi madre, escuchando atentamente la voz ligeramente ronca, con tono de suspenso, que Esther Sarmiento de Correa imprimía al leer las aventuras de la radionovela que marcó una época en la historia de la radio en Colombia. "Serenidad y paciencia, Solin" decía Gaspar Ospina a su atribulado compañero de aventuras, personificado por Erika Krun. En la novela, oscuros personajes, casi siempre provenientes del Medio Oriente, trataban de acabar con Kalimán, el único ser capaz de oponerse a sus fechorías. No puedo negar que escuchaba la radionovela porque la familia lo hacía. A mi corta edad la historia y el dramatismo impuesto por los actores me producían temor.
En cambio, no sentí ningún temor por algunas recomendaciones hechas previas al viaje. Estas se referían al cuidado que debía tener con el usual hurto callejero. Hice caso omiso a las recomendaciones y partimos para la ciudad que literalmente parte la historia en dos. Acompañado por buenos amigos y con un programa de lujo, la visita a la capital natural del oriente prometía ser inolvidable.
Y resultó inolvidable, por la belleza histórica de la ciudad, por lo impresionante que resulta ser el Bósforo, por la buena atención y por lo bien que se cumplen los pronósticos. Nos dijeron que estuviéramos atentos, que pilas con los "paquetes chilenos" o mejor "paquete turco", que ojo a los cambios de billetes. De nada sirvió, la habilidad de esos tipos es única. En un taxi me cambiaron, sin que lo notara, un billete de 50 liras por uno de 5 y fuera de eso cancelé la carrera. Casi caigo en la trampa de un lustra botas y su cepillo de lustrar. Mejor dicho, me tumbaron, de manera que para la próxima invitación a Estambul voy con Kalimán.

domingo, 16 de octubre de 2016

Cocina gourmet

Es sorprendente el crecimiento de la industria de los restaurantes elegantes en nuestro país. Desde el advenimiento y posicionamiento de la carrera de gastronomía, los restaurantes de alta cocina se encuentran por todas partes. Las cifras de crecimiento en restaurantes y creación de empleos es notoria. Según el diario La República, en el año 2015 se registró en el sector un crecimiento del 22% con ingresos en el rango de los billones. Sin embargo, no todo es color de rosa para los restaurantes de estilo gourmet.
Hace unos días escuchaba al profesor Oscar Uribe comentar sobre algunas experiencias ocurridas en los restaurantes de cocina de autor. Coincidimos con el maestro en que asistir a uno de estos lugares llamados gourmet resulta ser una experiencia agridulce.
Dulce porque usualmente estos lugares son decorados con elegancia y buen gusto. La atención suele ser esmerada, cuidando los más mínimos detalles para que el asistente se sienta atendido a cuerpo de rey. Los platos cuidadosamente confeccionados se encargan de deleitar a plenitud las papilas gustativas.
Lo agrio viene usualmente en dos aspectos. El primero en el costo. Que costosos son estos restaurantes de alta gama o aquellos llamados de cocina de autor. En su favor se puede argumentar: que sus platos son costosos por la calidad de los productos usados en la confección de la receta, el tiempo dedicado al desarrollo de la misma, la exclusividad y seguramente otras poderosas razones. Pero es que no solo es caro el plato, también lo es el vino, el pan, los jugos, las gaseosas. Usando sofisticadas argucias logran vender más cara hasta el agua.
Pero hasta eso lo puedo tolerar. Lo que resulta francamente intolerable en estos restaurantes es el tamaño ridículamente pequeño de la porción servida. Hay platos fuertes que se pueden comer con un par de bocados. Lo más curioso, es que estos lugares acostumbran servir sus pequeñas porciones en platos muy grandes lo que hace notar, aún más, lo breve de la comida. Para compensar el espacio inútilmente perdido, los chef decoran el plato con pinturas hechas con salsas, cremas, purés y pequeñas guarniciones. Estos decorados lo único que hacen es aumentar la sensación de impotencia derivada de quedar con hambre y sin plata luego de terminada la cena gourmet.
Al salir, el nivel de saciedad es tan bajo que toca parar en el primer carro de comidas rápidas para completar “la tanqueada” con un perro caliente, de los sencillos, porque tampoco te quedó plata.


Post scríptum: Los de La República deberían contar en el crecimiento de las cifras en gastronomía a los empleados de los carros de perro y sus ventas post asistencia a restaurantes elegantes.