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lunes, 30 de mayo de 2016

Un Desayuno Inolvidable



La familia disfrutó hace algunos días de un desayuno para no olvidar. Varias razones llevaron a esta conclusión. La mañana nos saludó con una temperatura baja. El cielo encapotado, pero sin lluvia permitió levantarse tarde y disfrutar unas horas más de la cama en día festivo. No fue necesario pensar en el menú ni tampoco prepararlo, por tanto, tampoco hizo falta lavar la losa y los "chismes".
El lugar escogido para desayunar fue el reconocido Narcobollo. Este típico restaurante dispone de un menú amplio con gran variedad de opciones que cubren todos los gustos. Amigos de la infancia conformaban el grupo de asalto al restaurante. La conversación previa al desayuno giró en torno a la nostalgia culinaria lo que llevó a tener los jugos gástricos a punto para comer.
Con semejante preámbulo, desayuné como correspondía. La entrada fue con arepas de diferentes sabores acompañadas con queso costeño del blandito. Huevos pericos acompañados de patacones con guiso picantico, yuca harinosa y unas butifarritas para mejorar el aporte proteico, sirvieron de plato fuerte. De postre tomé un enyucado fantástico. El servicio de hidratación estuvo a cargo de sendos vasos de agua de maíz y arroz. Alguien se preguntará después de tomar este opíparo desayuno, ¿Qué más se le puede pedir a la vida?
Por supuesto que había cosas para pedir y son varias, algunas con carácter perentorio: que como resultado de la ingesta hipercalórica no se suban el peso, el colesterol, la glicemia y la presión. Otro aspecto relacionado con la llenura es que no se presente el quemante reflujo y muy importante que el guiso picante no "repique"
Éstas preocupaciones las comenté a los amigos. Inmediatamente recordamos las épocas de estudio cuando reciclábamos comida de varios días, comíamos perros calientes con todas las salsas a las dos o tres de la mañana, justo antes de acostarse por supuesto.  Para comer servía lo que hubiese, abundante o escaso, más corrientaso que gourmet, salado, picante, dulce o simple. Nadie pensaba en el reflujo, las agrieras o el colesterol. Lo único importante era calmar el hambre que el trabajo y los turnos deparaban. 
Los pensamientos relacionados con las consecuencias de la inexorable llegada a los 50 fueron mitigados por una frase de Cicerón que sirve para cerrar la nota y mantener las ganas de asistir a una buena comida: El placer de los banquetes debe medirse no por la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su conversación. 




























sábado, 21 de mayo de 2016

Papi necesito una cosa

carteles buscalo wiki procrastinar quedaras atonito desmotivaciones

Un técnico en electrónica, contactado una mañana de domingo, para reparar un daño ocurrido a última hora en el internet de nuestro hogar, me hizo caer en la cuenta de una situación que se presenta con gran frecuencia en la cotidianidad de los hogares. 
Para ambientar el problema hago una pregunta a los amigos lectores sin esperar su respuesta: ¿Qué tienen en común un libro de Platero y yo de editorial Norma, un compás, cartuchos para impresora, cartulinas de diferentes colores y tamaños, un técnico para arreglar equipos de electrónica, un registro civil de nacimiento, o un disfraz del hombre araña?
La respuesta acertada es que los hijos anuncian la necesidad de alguno de esos objetos para el día siguiente a primera hora. Como pueden imaginarse, el pedido siempre llega cuando el objeto o persona no pueden ser adquiridos o localizados. El problema se presenta como un dolor de muelas, siempre que no lo esperas. En una angustiosa y apremiante llamada, hecha justo cuando llegas a casa después de una ardua jornada de trabajo, te dicen la fatídica frase “Papi necesito una cosa” que, pronunciada en tono inofensivo, anuncia el faltante o el daño.
Entonces a correr para conseguir la tal o cual cosa que debe ser llevada mañana a primera hora. Localizar al técnico en electrónica dispuesto a reparar el daño del internet, notado a las 9:00 pm. Toda la familia entra en acción con tal de conseguir el objeto faltante o localizar a quien pueda arreglar el daño de última hora.
Hay relación directa entre el grado de dificultad observado para encontrar el objeto y la fecha y hora de su solicitud, de manera que un pedido extemporáneo de festivo a las 9:00 pm o de lunes a las 6:30 am resulta inalcanzable.
Gracias al advenimiento de los supermercados y droguerías que tienen abiertas sus puertas las 24 horas, los pedidos a destiempo relacionados con estos campos ya encontraron la solución. El mercadito de los pobres o de los trabajadores, unos chocolates para el día del maestro, las toallas higiénicas, las cuchillas de afeitar y los medicamentos para la presión dejaron de ser un problema de procrastinaje familiar. Problema que no es de ahora, al mencionar las cuchillas de afeitar, recordé una ingeniosa propaganda radial de hace muchos años que les dejó de colofón para esta nota: ¿Tiene cuchillas Gillette para mañana? Recuerde que en el baño no las puede comprar......













lunes, 9 de mayo de 2016

Vestidos de fiesta




La familia vivió la primera experiencia en celebraciones de grados para bachiller hace cuatro años. Nuestro hijo se mostró un tanto parco con los preparativos y la ceremonia. De manera que participando en una fiesta grupal celebramos el cumplimiento del primer hito en su vida profesional. Los preparativos y su desarrollo ocurrieron sin mayores contratiempos. Este año el plazo para este logro del desarrollo personal y profesional se cumple para Laura. 

El recuerdo fresco del grado de hace cuatro años y lo ocurrido hasta ahora, solo en los prolegómenos del evento de este año, me hacen caer en la cuenta y me llevan a concluir que los hitos de la vida se viven de acuerdo al sexo. 
El bautizo, la primera comunión, la confirmación, el grado de bachiller, el quinceañero, el grado universitario, el matrimonio y algunas otras circunstancias de la vida marcan la existencia. Pero la vivencia de cada uno de ellos es diferente para hombres y mujeres. Para no ir muy lejos estos hechos importantes de la historia personal parecen reservados para el sufrimiento y al mismo tiempo goce de las mujeres. Llego a pensar que si por los hombres fuera, quizás ya no se festejarían algunos de los eventos que marcan el devenir humano. Los hombres van a estos eventos porque toca o porque los llevan. El tiempo que invierte un hombre en los preparativos está dado por la toma de medidas para un traje, comprado o alquilado, escoger unos zapatos y pare de contar, una tarde de sábado es suficiente. 

Mientras que una mujer puede invertir todo su tiempo, el de su mamá y las amigas en definir los diferentes aspectos de la ceremonia. Sin temor a equivocarme el aspecto que ostenta la mayor relevancia en cualquiera de los eventos mencionados es, la elección del vestido. Este aspecto tiene una trascendencia solo comparable con encontrar la solución del conflicto árabe  israelí. Hay reglas inamovibles  de las cuales depende el éxito del ajuar para esa noche.  El vestido tiene que cumplir con la regla de tapar lo malo y dejar ver lo bueno. En eso los diseñadores se las saben todas y logran resultados asombrosos. Los diseñadores también saben que no pueden hacer dos vestidos iguales porque se arma la de Troya. Dos asistentes con el mismo vestido serán la comidilla de toda la fiesta para las mujeres. No para los hombres, ellos están viendo escotes, espaldas y piernas. En lo último que se fijarán será en ese detalle del vestido repetido. 

Es tan importante el tema de la elección del vestido que se invierte mucho tiempo en ese aspecto de la celebración. Alguien se habrá puesto en la tarea de contar cuánto tiempo de la vida  invierte una mujer en escoger, diseñar, probar y confeccionar o comprar los vestidos de las múltiples celebraciones a las que asiste. Sin contar el tiempo compartido cuando son madres, tías o abuelas que acompañan a la respectiva tributaria del nuevo ajuar de celebración. Digo ajuar porqué no sólo se invierte tiempo en el traje y su posterior puesta a punto. Los zapatos, la cartera, los accesorios y el maquillaje ocupan el mismo tiempo o más que el usado en el vestido. 
Y todo ese tiempo utilizado en la escogencia de ropa, zapatos, accesorios y maquillajes es justificado por un único y verdadero objetivo: verse más lindas que sus mejores amigas; no es para que las vea el novio, la familia o algún pretendiente invitado a la reunión. No señor, lo que cuenta es como se llega a la ceremonia y que las amigas sientan que su ajuar es único e irrepetible. Lo demás no importa.