Una interesante y reciente nota publicada por el amigo y colega Carlo Vinicio Caballero Uribe http://carvica1.blogspot.com/2019/01/un-cafe-por-la-reumatologia.html, ilustra sobre la importancia del café en la difusión de las ideas. Nos cuenta que, en los albores de la ilustración, el café se convirtió en la bebida de la claridad mental, el epítome de la modernidad y el progreso. Al paso, los cafés eran los principales centros de innovación donde sus clientes, por muy bajo precio, se enteraban de las noticias, los últimos avances científicos y la actualidad política. Esta lectura me recordó una percepción que tengo con respecto a las bondades de la bebida más representativa de nuestro país.
Mi idea es que una tasa de café ha sido siempre la silenciosa compañía de todos los actos trascendentes del ser humano. Considero que cuando se ingresa a una oficina, o cualquier lugar de trabajo, percibir el olor a café recién preparado induce a pensar que en ese recinto hay gente que realmente está trabajando. Se respira un ambiente de solidaridad intelectual.
De inmediato procedí a buscar en la red elementos probatorios que me llevaran a confirmar o a refutar mi percepción sobre el efecto del café en el desarrollo cognitivo.
Rápidamente encontré artículos bien estructurados sobre el efecto benéfico de la cafeína en la prevención del deterioro cognitivo asociado a la enfermedad de Alzheimer1, la enfermedad de Parkinson2y la sordera3. Así como también encontré beneficios en otras patologías no relacionadas con aspectos neurológicos4,5,6. Debo mencionar que durante esta rápida búsqueda también encontré algunos informes que no establecen las esperadas relaciones benéficas entre la bebida y el desarrollo cognitivo. Es decir, como ocurre en otros campos de la ciencia, no existen intervenciones totalmente positivas o negativas.
De todas formas, lo propuesto por Carlo y lo leído en Pubmed permiten mantener la sana costumbre de preparar y tomar café. Con su preparación disfrutamos de su estimulante aroma y con su consumo quizás disminuimos el deterioro cognitivo.
Les anexo las referencias bibliográficas para su ampliación:
1. Arch Med Sci. 2017 Apr 1;13(3):507-514. doi: 10.5114/aoms.2016.63599.
2. Curr Med Chem. 2018 Aug 21. doi: 10.2174/0929867325666180821153316.
3. Nutrients. 2018 Oct 4;10(10). pii: E1429. doi: 10.3390/nu10101429
4. Toxicol Res. 2011 Mar;27(1):7-10. doi: 10.5487/TR.2011.27.1.007
5. Vasc Health Risk Manag. 2008;4(5):963-70.
6. Nutrients. 2017 Jan 10;9(1). pii: E56. doi: 10.3390/nu9010056.