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sábado, 11 de noviembre de 2023

Hacer mercado


La migración de los hijos a la capital en busca de un mejor futuro obliga a la separación temporal de la familia. Dos largas semanas lleva Maruja en la capital organizando el apartamento de los hijos de manera que el mantenimiento de la casa en Curramba le toca a este pechito. Aclaro de una vez que este encargo en realidad se lo dejo a nuestra asistente del hogar que lo hace muy bien. Solo un oficio lo asumo personalmente y no lo delego a nadie, hacer el mercado. En la cotidianidad Maruja se encarga de ese rubro, pero cada vez que tengo la oportunidad asumo este encargo con gusto.
Si, me gusta hacer “la compra” así se refería mi papá al hacer mercado. Recuero desde muy pelao acompañarlo al centro para hacer las compras a precios más accesibles y para encontrar mayor frescura en los productos. Mi papá gozaba regateando el precio de todos los productos escogidos. Estoy convencido de que los mercaderistas subían los precios apenas el preguntaba por el costo del producto, de manera que al regatear quedaban en el valor original. Lo cierto es que el salía contento luego de obtener una rebaja con su regateo. 
Me gusta disponer del tiempo suficiente para escoger las frutas y vegetales en su punto adecuado. El viejo me enseñó a escoger los mejores productos, a distinguir los limones secos de los jugosos, fijarse en los ojos y las escamas del pescado para saber si este está fresco y uno muy importante cómo distinguir una yuca rucha de una harinosa. Aclaro de una vez que aquel método no aguanta un estudio epidemiológico. La yuca saldrá rucha o harinosa independiente de la técnica que se use para escogerla y solo se conocerá su calidad luego de pagarla y cocinarla en la casa. Por eso aquella frase que dice: no hay mayor felicidad que cuando se escucha desde la cocina la yuca salió buena.
Del mercado de las empresas publicas en donde aprendí a escoger el mercado pero no a regatear pasamos a la Olímpica de la 72 con 47, el primer supermercado con el formato actual en donde se compraban solo algunos productos básicos. Mi papá no abandonaría el mercado del centro sino hasta muchos años después cuando los dependientes de la Olímpica se convirtieron en sus amigos. Entonces al viejo le tocó cambiar el regateo por obtener la mejor calidad de los productos que sus amigos le guardaban para cuando el anunciaba su visita.