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domingo, 16 de abril de 2023

Desayuno fitness

 

Una alegre convocatoria para celebrar el cumpleaños de una gran amiga terminó en un galimatías gastronómico. Todo empezó como siempre ocurre con las propuestas de lugar, fecha y hora. Estas se dividieron entre aquí, allá y acullá. Finalmente el grupo se decantó por ir a desayunar, los múltiples compromisos de unos y otros y la premura del tiempo favoreció la opción del domingo por la mañana.

No importa pensé, el objetivo es reunirse y aprovechar para degustar uno buenos chicharrones domingueros, no hay dudas……

Sin mencionar mi gusto por los chicharrones, decidí preguntar por el mejor lugar para comer ese domingo. Pensando que alguno de los colegas tuviese una mejor propuesta, un lugar más aquilatado en términos porcinos. Uno no sabe, todos los días inventan vainas, nuevas recetas, preparaciones que tengan la virtud de saber a bueno y que no aumente el peso y por supuesto no se metan con los temidos niveles de colesterol.  Un chicharrón fitness, soñar no cuesta nada.

No habían pasado unos escasos minutos cuando comenzaron a llegar las propuestas de los lugares más recomendados para disfrutar de un buen desayuno dominguero, con amigos y con la mejor carne de cerdo de la comarca... Eso pensaba yo...

El primer mensaje me aterrizó de golpe y porrazo a la nueva y cruda realidad. Lo transcribo tal cual fue enviado. Evito mencionar el nombre del autor por obvias razones. Así decía: Perfecto. Nos reunimos donde quiera la cumplimentada. Hay buenas opciones: Fit Choices, Snack Fit Me, Dulcerna, Crepes, Le Panier, Narcobollo. Lo volví a leer, no lo podía creer y Narcobollo de último. En donde quedaron los mejores chicharrones de Barranquilla, a mi entender, los de “La Tiendecita” Me gustan mas los de sucursal norte en la 93, pero siempre hay otras opciones. Pepe Anca, los preparan muy bien, un poco gourmet pero buenos. Con tiempo se puede tomar la opción de ir a Baranoa. En fin, a pesar del terror al colesterol y la mala prensa contra los marranitos, opciones tenemos. 

No hay que olvidar también que los vaivenes de la economía inducidos por la pandemia causaron la desaparición de algunos iconos de la industria del chicharrón. Qué pasó con El Guásimo? ya no hay “Amigos de la 38” Ni hablar de los famosísimos chicharrones del Negro Adan, personaje de la vieja Barranquilla del que solo darán noticia los mayores de 60. 

Veremos por que tipo de comida se decantan los amigos, mientras tanto espero que la industria chicharronera, golpeada por la azucarera que infundio el temor al colesterol, tarde o temprano se recupere así sea con el advenimiento del chicharrón fitness.

 

sábado, 8 de abril de 2023

Humor difícil

 

Desde siempre se ha dicho que ser humorista es una profesión muy compleja. Sacar una sonrisa o hacer estallar una carcajada en un público es un reto difícil de lograr. A tal punto que las risas pregrabadas en los programas humorísticos no es un invento reciente. Prácticamente desde el inicio de los programas de radio y televisión, se disponía de un ayudante armado con letreros que recordaban al público asistente los momentos de aplaudir o reír.
Siempre fui un admirador del llamado humor blanco. No me gusta el humorismo que se vale de la mofa o la burla o que se apoya en grandilocuentes palabras soeces para producir en el oyente una risa. El buen humor requiere de una gran dosis de ingenio y capacidad actoral para lograr su cometido y en el humor blanco sí que es necesario. 
Desde muy niño tuve preferencia por los programas radiales de comedia. Para mi fue primero la radio y luego el cine, los encargados de mostrarme a los grandes comediantes de los 60 y 70. Los horarios de emisión de estos espectáculos radiales eran inicialmente a las 8:00 am o a la 1:00 pm. Horarios no muy aptos para niños que deben estar en el colegio. Pero yo fui un niño asmático a quien le tocaba con frecuencia quedarse en casa con la compañía siempre grata de la radio.
Tengo presente a muchos humoristas y comediantes escuchados en esos días de crisis asmática. La escuelita de doña Rita, Las aventuras de Montecristo, Los chaparrines, Los tolimenses Emeterio y Felipe y el corcho con don Humberto Martinez Salcedo. Pero el que mas disfruté fue el programa de Hebert Castro, El coloso del Humorismo. El ingenio de este uruguayo lo llevó a vivir en Colombia aproximadamente 30 años. Recuerdo perfectamente un personaje del programa, el pobre Peraloca a quien siempre se le advertían toda clase de cosas que le podían pasar y no hacia caso. 
El cine llegó gracias a la prima Beatriz Plata quien me llevó por primera vez al teatro Colon de Barranquilla, localizado en la esquina de la calle 44(callejón del Sello) con carrera 45(Líbano) a solo un par de cuadras de la casa paterna. Tendría yo entre siete y ocho años cuando entré a ver la película de la cual solo recuerdo sus protagonistas Viruta y Capulina. Este par de comediantes mejicanos hicieron parte de una gran constelación de estrellas del humor manito en donde resalta sin dudas el gran Cantinflas. Creo haber visto todas sus películas cargadas de realidad latinoamericana. El humor blanco de este mejicano no tuvo comparación.
Después del cine llegó la televisión en donde los extranjeros dominaban el campo. La primera comedia que salta a mi memoria es una producción titulada La tremenda corte, protagonizada por un comediante cubano Leopoldo Fernandez Tres Patines,  ese tipo de solo verlo daba risa.
Como olvidar La carabina de Ambrosio y por supuesto a Chespirito y su siempre vigente Chavo del 8. También en español y de mucha calidad humorística recuerdo al chileno Lucho Navarro que con su imitación de ruidos fue todo un éxito. Admiré mucho el humor del recientemente fallecido venezolano Carlos Donoso. En la nómina de Colombia no puede faltar Operación Ja Ja. Este programa daría paso al eterno Sábados felices que no lo veo hace años, pero que todavía continúa como Johny Walker  
Recuerdo varias comedias norteamericanas que de niño siempre me gustaron, pero que cuando las volví a ver ya de adulto, no pude entender cómo me gustaban. Dentro de esas puedo mencionar Los tres chiflados, El gordo y el flaco, Gomer Pyle y la isla de Guilligan.
De un humor no tan blanco, quizás muy inglés como su origen y que considero muy vigente recuerdo el show de Benny Hill.
Este breve recorrido por mi historia del humor en radio, cine y televisión aquí concluye porque mi memoria no da para más. Aprovecho entonces para preguntar a los amigos ¿cuáles son sus humoristas recordados en el difícil genero del humor?