Cuando se filtró la noticia de las complicaciones de salud padecidas por Jorge Oñate pensé, desprevenido, que este cantante oriundo de la Paz, Cesar, estaba un escalón abajo en relación con los otros juglares vallenatos.
Hoy cuando su muerte me hace escarbar en el fondo de mi corazón, lugar en donde están los hechos más sentidos de mi vida, encuentro que estaba totalmente equivocado al expresar aquel concepto. Con esta nota quiero resarcir mi ligereza con Oñate y subirlo al escalón del que nunca debí bajarlo.
La primera razón para devolver a su puesto al “ruiseñor del Cesar” la obtengo revisando un casete en donde recopilé los vallenatos de mi mayor gusto. Resulta que en la época del casete, cuando la música se portaba en estos desaparecidos aparaticos, hacer una recopilación de canciones favoritas tenia muchas dificultades logísticas, conseguir los discos, disponer de un buen equipo y del tiempo requerido para grabar, un trabajo pesado. Pues mi selección de “yuquitas” preferidas está encabezada por la interpretación hecha por Oñate del paseo vallenato Ausencia, autoría de Santander Duran Escalona, con el acordeón de Colacho Mendoza. El vozarrón del “Jilguero de America” convirtió esta bella letra en inolvidable. Hoy suscribo esa selección y les cuento cuales son mis tres temas favoritos: Ausencia, Matilde Lina y Luna Sanjuanera.
Otra razón para resarcir el error con este gran juglar del folclor, fue recordar que el primer tema aprendido en música vallenata y que podría cantar sin ayudas es el Cantor de Fonseca del guajiro Carlos Huertas. Este tema fue interpretado hace muchos años por Oñate con gran éxito, a tal punto que en mi casa de ancestros cachacos, poco amigos del vallenato, se escuchaba tanto que lo aprendí de memoria.
Finamente Jorge Oñate también hizo parte de mi proceso de aprendizaje en las artes del baile. Aprendí a bailar de la mano de dos matronas vecinas de la casa porros sabaneros, muy cadenciosos, pero un poco lentos. Había que aprender a bailar piezas musicales de ritmos rápidos. Oñate hizo presencia en este aspecto de mi desarrollo musical con la vieja Sara, canción interpretada en ritmo de merengue y escrita por Rafael Escalona, que me ayudo con los ritmos rápidos.
Entonces, Ausencia, El cantor de Fonseca y La vieja Sara con sus respectivos autores hacen parte de mis más caros recuerdos y dejan a Jorge Oñate en el puesto que merece.
Paz en su tumba.