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lunes, 20 de marzo de 2023

Juegos callejeros vs juegos electrónicos

 

El respetado profesor Carlos Martínez, propuso escribir una nota sobre aquel momento cuando decidimos entre quedarnos en casa disfrutando de algún recién llegado juguete electrónico (tv de color, telebolito, computadora o lo que sea que llegó en esos días) o salir a encontrarse con los amigos de la cuadra, parche o gallada.

La respuesta es inobjetable, los amigos, la banda, el grupo siempre fue primero. Entre otras cosas porque los juguetes electrónicos de nuestra generación no ofrecían mayor competencia a los juegos callejeros. Debo empezar por anotar que a mi casa llegó el primer televisor en el año 69: Puedo recordar un aparato Phillips de tal vez unas 20 pulgadas de tamaño con imagen en blanco y negro. Hago un paréntesis, ahora entiendo de donde viene la palabra imagen. Debe venir de imaginen por la pobre resolución de aquellos aparatos. En todo caso en ese televisor “vimos” la llegada del hombre a la luna.

Ahora el problema no era el aparato, era la programación. La franja infantil en aquellos tiempos era de 4:00 pm a 6:00 pm con unos programas que para esos tiempos me parecían buenísimos. Los primeros que recuerdo son Ultraman y el agente S-5 ambos de factura japonesa y las aventuras del pato Saturnino producido en Francia. Ultraman era un gigante de ojos como de insecto con superpoderes que utilizaba para defender la tierra de monstruos gigantescos. El agente S-5 y su grupo de amigos se enfrentaban contra su enemigo el fantasma a punta de cartas del as de espadas. No es difícil concluir que era mas divertido salir a la calle con los amigos que ver animes japoneses o patos franceses. El telebolito con sus juegos de rebotar una pelota en el televisor llegó tarde a casa y de segunda mano por tanto no evitó que los deportes callejeros siguieran siendo los mas frecuentados.

Los juegos electrónicos que lograron eclipsar un poco la calle fueron Pac-Man y Space invaders. También de factura japonesa, estos juegos nos convocaban en los salones de juegos electrónicos en donde rápidamente se consumían todos los ahorros de la semana. Menos mal estos juegos eran pagos y los salones tenían horario límite, de manera que no había forma de quedarse todo el día jugando como ocurre ahora con las consolas caseras en donde se juega hasta el hartazgo.

Siempre he pensado que estudiar medicina en mi época fue fácil. No se disponía de las consolas de video, la oferta televisiva de hoy y las redes sociales. Lo bueno es que la gallada tampoco hacia perder tiempo, también estaba estudiando...

PD. Pregunta a mis contemporáneos ¿qué programas recuerdan de la franja infantil de nuestra televisión?