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lunes, 30 de marzo de 2020

Pena capital.


Hace un par de días escuché de primera mano al Papa Francisco, recordando una frase importante para entender los hechos que ocurren por estos días: Dios siempre perdona, los hombres lo hacen algunas veces, pero la naturaleza no te perdona nunca. La frase, atribuida por el Papa a un anciano, es de una contundencia y profundidad que no amerita ninguna explicación. En cambio, ameritan toda clase de explicaciones las conductas de ciertos personajes que con propósitos nefastos pretenden desestabilizar al mundo y retrasar el correcto avance de la humanidad en medio del adecuado cuidado de la naturaleza.
Si existiera un tribunal de la naturaleza capaz de juzgar a los infractores de sus normas y como estamos viviendo esto de los mundos distópicos, me pregunto: ¿qué o quiénes serian los primeros en ser llamados a juicio?
No se ustedes, pero yo estaría feliz de estar presente en el juicio y escuchar los alegatos de los promotores de falsas noticias. No puedo entender el propósito de la noticia falsa, pienso que las llamadas “fake news” son, quizás, la mayor fuente de incertidumbre y de retraso en todos los niveles del conocimiento. Es diferente a luchar contra la ignorancia, eso no tiene ningún problema, todos hemos sido y seremos ignorantes en muchos terrenos. Pero todos o mejor, la mayoría tenemos propósito de enmienda. Gran parte de los seres humanos con cuatro dedos de frente queremos aprender. Aprendemos y participamos en el progreso. El problema son los tontos en búsqueda de la fama efímera otorgada por los medios y otros, no tan tontos con propósitos oscuros que lanzan las muy “reales” noticias falsas. Entonces, a la verdadera ciencia le toca no solo luchar contra la ignorancia y los temores derivados de ella, sino que también debe luchar contra el poder de la noticia falsa, usualmente grandilocuente. Para continuar con la distopía, a esos nefastos personajes el tribunal de la naturaleza debe hacerles pagar la pena capital en la maquina de cortar tontos, famosa canción de los años 70 que todavía se puede escuchar en youtube.
¿Algún otro candidato para el tribunal de la naturaleza?


lunes, 23 de marzo de 2020

Nada mas....

Quisiera tener el don de la palabra,
para resumir todo lo que pienso
en una frase contundente e inobjetable,
nada más.

Pero, solo soy un médico,
entrenado para atender pacientes
y para enseñar a otros que comparten mi vocación,
nada más.

Sé lo que quiero.
Quiero que como consecuencia de mi trabajo,
los pacientes se recuperen o se alivien
en el menor tiempo y al menor costo,
nada más.

Quiero por ese trabajo
recibir una remuneración justa,
que traiga a mi familia seguridad económica,
nada más.

Sé también lo que no quiero.
No quiero ser un oportunista,
ni un mercader de la salud.
Para trabajar bien no necesito aplausos,
ni golpecitos en la espalda,
solo necesito los insumos necesarios y
estabilidad laboral, solo eso y
nada más.

viernes, 20 de marzo de 2020

Estado de ansiedad


Me desperté bien, como siempre el buen sueño de los Forero había hecho su efecto, descanso total. Sin embargo, dos episodios de todo seca me devolvieron a la realidad recordándome la vulnerabilidad que tenemos contra el virus de marras. Esta distópica situación actual despierta tal incertidumbre y sensación de impotencia que me mantengo aprehensivo, no se que hacer. Me cuesta mucho ser pesimista, la vida me ha enseñado que con algunas herramientas intrínsecas como esfuerzo y disciplina podemos superar muchas dificultades. Durante un poco más de 50 años he aprendido a superar problemas de salud, económicos y laborales con éxito, pero esta corona crisis parece ser superior a mis fuerzas, mi aprehensividad aumenta.
Apelar a la ciencia es una de mis alternativas mas socorridas en momentos como estos. El problema es que la siempre efectiva ciencia se toma su tiempo, como debe ser. Hasta hoy marzo 20 del 2020, todo es experimental y nada concreto. La vieja hidroxicloroquina combinada con azitromicina parecen ser una alternativa, sin embargo, la historia nos ha enseñado que debemos esperar antes de lanzar campanas al viento con los medicamentos. El tocilizumab también parece tener efecto terapéutico en casos severos, que curioso medicamentos usados por reumatólogos, eso será bueno o malo, sigo aprehensivo.
El celular y el computador son tan usados hoy que entran en nuestras vidas sin solicitar permiso. Casi sin pensar, de manera automática abrí el computador y el celular y empecé a leer. Datos científicos, ocurrencias de unas y otras, videos, memes buenos y malos, nota aparte merece la excelente entrada de Carlo Vinicio, que resume con brevedad la situación hasta el momento. Dos horas pasaron con brevedad, mis temores se olvidaron.
Lo uno me llevó a lo otro, si las lecturas me llevaron a pasar unas horas tranquilo, olvidando por un momento la corona crisis, pues colaboremos también con los otros que utilizan la lectura como fuente de sosiego. Dejo la dirección de google drive en donde está colgado, con acceso para todo el mundo, el libro de las trampas de la nostalgia, espero sirva para algo. No pienso escribir nada científico, hay suficiente información en este nivel escrita por profesionales idóneos. Enviaré en estos días otras notas que tal vez me relajen más a mi por escribirlas que a ustedes por leerlas, pero nada que hacer estamos en la coronacrisis.



miércoles, 11 de marzo de 2020

¿Bodas de qué?

Acabo de confirmarlo, ya no tengo dudas, es un hecho, ahora el tiempo pasa volando. En mis tiempos de niñez y adolescencia, cuando el tiempo pasaba de la forma adecuada, lento como debe ser, los aniversarios de bodas eran todo un acontecimiento. El tiempo daba el lugar para los preparativos necesarios, las parejas, ya entradas en años, con el sol a las espaldas como dicen, celebraban el aniversario de bodas con curas, amigos, hijos y toda la vecindad. Era un acto para mi percibido como una fiesta del tiempo, de premio por el aguante, la gente decía con tono de gravedad han pasado tantos años. Los que me generaban más expectativas eran las bodas de plata, veinticinco años de casados, las parejas lucían como viejitos, la celebración semejaba la llegada a una meta. En mi mentalidad de niño y adolescente las bodas de plata se veían lejísimos, las de oro ni pensarlo, creo que nunca asistí a una de esas.
Esta mañana, el acostumbrado sonido del despertador no fue la diana tradicional para levantarnos. Esta vez un calambre en mi pierna izquierda activó las alarmas de la casa. Maruja, todavía medio dormida, procedió a realizar con presteza los respectivos estiramientos necesarios para corregir mi pierna adolorida. Sus atenciones rápidas mejoraron mi molestia y luego de darme unos consejos de cómo evitar un próximo episodio paso a leer las noticias de la mañana.
El coronavirus y las noticias de la mañana coparon el tiempo de Maruja mientras yo me afeitaba. En una mañana usual en casa de los Forero la primera llamada a los hijos en Bogotá es con motivo despertador. Se cumplió con rigor el rito de llamada y de recomendaciones varias: cuidado en la calle, no den papaya, cuídense de etc, etc, etc. 
En esas estábamos cuando Maruja sentenció, se te olvidó… No, respondí con la naturalidad obligada del que todo olvida. Le recordé a Maruja que en los días previos habíamos pensado ir a comer, a solas, para celebrar nuestro aniversario...
¿Bodas de que tocan? Pregunté con la naturalidad del ignorante, sin pensar que el peso del tiempo me caería encima sin atenuantes. Restamos mentalmente, hicimos cuentas, tomé la calculadora del celular, no lo podía creer, 25 años de casados, miré en Google para cerciorarme, no había lugar a error, las bodas de plata.
Sonreímos y nos dimos un beso, así era, 25 años de casados que pasaron tan rápido y tan bien vividos que ni nos dimos cuenta.

domingo, 8 de marzo de 2020

El día de....

Elias, todos los años es el mismo cuento, por estar con tu filosofía barata, dejas para última hora hacer un buen pronunciamiento en fechas importantes. Estas rodeado de mujeres todo el tiempo, no seas tan complicado, deja de darle vueltas al asunto y simplemente haces lo que todo el mundo acostumbra, escribes algo sencillo, por ejemplo, feliz día de la mujer. Ellas te ven en las redes y listo no quedas mal.

-       No se trata de quedar bien o mal, ese mensaje es demasiado parco, aunque soy poco amigo de los días reivindicativos, para enviar ese texto mejor no escribo nada.

Relajado Elias, no te compliques. Es claro que no quieres regarte en una gran prosa, entonces escribe algo sencillo pero bonito, por ejemplo, “para todas mis lindas amigas, feliz día de la mujer”.

-       ¡Como así que mis lindas, acaso son de mi propiedad! Maruja se va a interesar mucho en saber quienes son “mis” lindas mujeres. Ese mensaje ni de vainas…

Elias eres un tipo muy quisquilloso, simplemente no uses el “mis”. Déjalo entonces así: “Para las mujeres más lindas, en su día”, etc.

-       Tampoco estoy de acuerdo, suena discriminativo, pareciera que el mensaje está dirigido solo para las lindas.

Elias, estas prostático, como lo anterior no te sirve, entonces copia algún texto de los publicados en el chat, lo maquillas un poco y listo, lo publicas en tus redes sociales. Si lo anterior no te gusta, una alternativa interesante y muy elegante es copiar un texto de algún autor importante. Seguro con ese quedas bien y sales del paso.

-       Ese es el punto, no se trata de hacer un mensaje lindo o inspirado, parco o maquillado, copiado o elegante y mucho menos hacer un texto con la intensión de salir del paso. Puedo escribir un texto sentido que refleje el cariño, la consideración y respeto que profeso por mis congéneres del sexo opuesto, lo que ocurre es que no estoy de acuerdo con los días de algo o para algo. Esos días fueron institucionalizados para hacer reivindicaciones muy válidas en general y también muy necesarias, pero con el tiempo se trocaron en fechas eminentemente comerciales y sociales, dejando de lado el verdadero objetivo para la cual fueron creadas. Suena trillado pero los días de la mujer o del niño o de lo que sea son todos.

domingo, 1 de marzo de 2020

Orgullo barranquillero


Decidí no escribir en caliente, esperar el natural paso del tiempo, escuchar otras opiniones, dejar sedimentar la experiencia, en fin, evitar un comentario que pudiera ser interpretado como un barranquillerismo más. Quise tomar tiempo para saborear y disfrutar los ecos del magnifico espectáculo ocurrido el jueves de precarnaval antes de escribir un comentario sobre la coronación de la reina Isabela Chams. Nunca había estado de cuerpo presente en las actividades previas al carnaval. Hasta este año Tele Caribe había sido el medio utilizado para enterarme de los eventos previos a los cuatro días de juerga.
No tenía con quien ir, Maruja decidió visitar a los hijos en Bogotá y los amigos ya tenían sus reservas, no encontraba compañía apropiada para tan altos menesteres musicales, el concierto de Rubén Blades era mi motivación para asistir, el espectáculo de la coronación era un “bonus track”. Un par de amigos del interior de paso por Barranquilla, sin mayor experiencia en cosas de carnaval, pero entendidos en la salsa de Rubén sirvieron de excusa para asistir a última hora. Por llegar tarde al estadio esperaba encontrar el tradicional bolobonchi en la entrada, pero no, quedé gratamente sorprendido cuando noté una corta fila para entrar a mi localidad. La brevedad de la fila no fue la única sorpresa encontrada, un aseo impecable en todas las áreas, excelente sonido, tarima de proporciones internacionales, comidas rápidas de restaurantes reconocidos, buena seguridad, público de todas las edades y estratos sociales unidos para disfrutar un espectáculo de carnaval solo visto en los mejores escenarios. Durante una hora, aproximadamente, la reina y un grupo de más de 300 artistas se pasearon por todos los ritmos caribeños haciendo un homenaje a los más grandes artistas de la región. Mientras Isabela con gran derroche de energía y capacidad artística bailaba al son de las inolvidables melodías, el público disfrutaba del excelente montaje, el “bonus” resultó realmente espectacular. Cerrar la presentación con el himno de Barranquilla y los juegos pirotécnicos fue sensacional.
A todas estas mis acompañantes cachacales no daban crédito a sus ojos, la producción totalmente Quillera, tomó en cuenta hasta el último detalle, el nivel es  difícilmente superable, comentaron. Cuando aun resonaban las notas del himno de Barranquilla, la producción del concierto comenzó a preparar el escenario. La excelente tarima se engalanó con la orquesta traída por Rubén, una autentica “big band” con un sonido de mayor calidad al escuchado durante la coronación. El panameño abrió con Plástico y cerró con Pedro Navaja éxitos del álbum Siembra el mas vendido de la historia de la salsa. Interpretó sus canciones, nos presentó algunos proyectos, contó algunas anécdotas, se tomó fotos, alcanzó el tiempo para homenajear a Héctor Lavoe, fueron tres horas de música de la mejor calidad. A las 2:00 de la mañana, siete horas después del fácil ingreso, dejamos el Romelio henchidos de buena música, satisfechos por el espectáculo observado y orgulloso por vivir en una ciudad capaz de montar un evento de talla internacional.