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domingo, 24 de noviembre de 2019

La pesa del viejo Camilo


Mí papá, hombre del común, sin altos niveles de educación, pero graduado con honores en la universidad de la vida, hace muchos años resumió en una frase los intereses de los actores del conflicto, causantes del luto que hoy vive nuestro país. Por allá a principios de los años 70, en un momento de crisis nacional similar al observado por estos días, mi papá pronunció su sentencia: Si se echan al peso no ladean. Recuerdo perfectamente el lenguaje no verbal expresado por el viejo Camilo en simultaneidad con la mencionada frase, denotaba impotencia, desazón, sin salida. No entendí el sentido de la frase ni tampoco la sensación de incapacidad expresadas por mi padre en esos momentos. A mi corta edad nunca había usado una pesa de tipo balanza y mucho menos tenía la capacidad de entender los conceptos políticos que animan a izquierdas y derechas, los intereses de liberales o conservadores, los vicios de la democracia participativa eran totalmente desconocidos para ese niño que apenas se asomaba a los conflictos nacionales.
Hoy, ya casi tan viejo como mi padre y luego de ver tres días de marchas pacíficas y de vandalismo; tres días de pronunciamientos de los unos y de los otros; tres días de discrepancias entre santistas, uribistas y petristas; tres días en donde los intereses de la izquierda no difieren de los de la derecha, días en donde la veracidad de las noticias está en entredicho y las redes sociales se sienten manipuladas; tres días de cacerolazos pacíficos y bien intencionados pero también tres días de encapuchados animados por intereses oscuros. En fin, días en donde los intereses particulares están por encima de los intereses de la patria, evoqué aquella noche cuando escuché a mi padre mencionar su sentencia.
Esta claro, clarísimo, ahora entiendo perfectamente el sentido de la frase de don Cami y también entiendo la expresión negativa en su rostro. Tenías razón mi viejo, los representantes de la democracia participativa “si se echan a la pesa no ladean”

viernes, 22 de noviembre de 2019

Debate decembrino


Los medios de comunicación capitalinos, siempre ocupados por las infaltables malas noticias, no advirtieron un alegre, y seguramente intrascendente, debate promovido por Caracol y la W radio relacionado con la fecha apropiada para iniciar la temporada decembrina. Los partidarios de abrir las tradicionales fiestas en el mes de diciembre encabezado por don Alberto Casas y los defensores de anunciar la llegada de las fiestas desde noviembre dirigidos por Gustavo Gómez fijaron sus respetables posiciones, pero no llegaron a un acuerdo definitivo. Como consecuencia de ello, el tradicional jingle de Caracol anunciante de la temporada navideña, no se escucha aún en la W.            
A diferencia de nuestros paisanos del interior, el inicio de la temporada navideña, para los costeños, no puede ser debatido porque es la madre naturaleza quien lo anuncia. Los habitantes de la costa norte sabemos que las fiestas del fin de año se acercan cuando vemos al astro rey relucir en el firmamento. La bóveda celeste vestida con un azul diáfano sin nubes invita a tener un ánimo alegre y festivo solo apreciado en la temporada navideña. Con una ventaja adicional, la esperada temperatura derivada del claro y brillante sol barranquillero es atenuada por la llegada de los vientos alisios. Este fenómeno natural, propio de la temporada, produce una fuerte y fría brisa perfecto bálsamo refrescante de las altas temperaturas locales. Se puede afirmar sin temores que sin la gélida brisa de los alisios no hay diciembre.
Entonces, el reluciente sol saluda la llegada de las fiestas del fin de año y la brisa cumple la función adicional de traernos las melodías navideñas que empiezan a sonar por las emisoras locales, los “pick up” y cualquier aparato de radio capaz de emitir los ritmos propios de la temporada. La brisa de Barranquilla canta las canciones que anuncian la llegada de diciembre. Los rítmicos tambores de la canción Las cuatro fiestas interpretados por la orquesta del maestro Adolfo Echeverría con la voz de Nury Borraz y Aires de navidad de la orquesta de Willie Colon con Héctor Lavoe, entre muchas otras, dan el pitazo inicial para las celebraciones del fin de año que inmediatamente se pegan con las fiestas de carnaval, compilando cuatro meses de rumba corrida, donde todos los días son buenos para festejar.


martes, 12 de noviembre de 2019

Felices Coincidencias

Cuando faltaban seis meses para terminar mi bachillerato, un flaco alto y desgarbado, de sonrisa tímida fue traído por el prefecto del colegio al salón del sexto B con la intención de presentarlo y facilitarle su llegada al San José. Pedro Elias Lopierre Torres regresó a la tierra que lo vio nacer para culminar el bachillerato truncado por el peregrinaje laboral de su familia. En ese momento estrechamos las manos en señal de saludo sin imaginar, ni por un instante, que sería un saludo para toda la vida
Encajó en el grupo de amigos como ficha perdida de rompecabezas, buen conversador, melómano, de maneras sobrias y mal jugador de fútbol Piter reunía las mismas características de mis compañeros de andanzas. La amistad brotó por las personalidades similares pero se consolidó gracias a múltiples coincidencias ocurridas con un nivel de concordancia difícilmente explicables por el azar.
Para comenzar, Piter fue recibido para concluir el bachillerato a mitad de año, algo poco usual en colegios de la estructura del San José. La segunda coincidencia fue la encargada de consolidar la amistad,  pasamos a medicina en la Universidad del Norte donde aunque tuvimos diferentes grupos, compartimos experiencias similares. Terminamos la carrera con más dudas que certezas, el rural sería el próximo escollo de vida y la tercera coincidencia en la vida de Pedro y mía. Sin tener la mas mínima referencia el uno del otro y por vías totalmente diferentes, en una época en donde las comunicaciones no eran inmediatas, Piter y yo llegamos a ejercer la medicatura rural a la lejana Arauca con dos días de diferencia. Esta rara coincidencia y las vivencias ocurridas en el rural marcarían nuestras vidas para siempre. En el llano y gracias a Piter, la hermosa odontóloga del subsidio familiar de Caja Agraria se enteraría que yo no le resultaba indiferente, facilitándome el inicio de las relaciones con Maruja. Piter se enamoró del llano y se quedó ejerciendo y viviendo la vida libre y llena de retos personales impuesta por la zona.
La especialidad era la siguiente etapa que la vida nos pedía sortear. Gustos y expectativas diferentes auguraban esta vez la separación de estos amigos ya en trance de hermanos. Por mi parte opté en varias ocasiones en diferentes universidades sin éxito. Piter ejercía, con sobresaltos, el cargo de director del hospital de Tame en Arauca, no tenia en mente la especialidad. De tanto contar mis afujías en el tema de los exámenes de especialidad, un año de esos Pedro decidió presentarse a la Nacional, yo lo intentaría por séptima vez. El destino había designado nuestra unión desde aquel ya lejano saludo en el San José, Piter pasó sin problemas su primer intento en Anestesia y yo pasé a Medicina Interna. Al menos tres años mas de andanzas y anécdotas quedaban garantizadas para este par de cuates.
El apartamento en el barrio Galerías de Bogotá fue nuestro refugio, allí llegamos con Jorge, Lucho, Henry, Manfred y Jaime. La especialidad, el ultimo escollo en la formación profesional, seria también al lado de Piter. El San Juan De Dios terminaría de formarnos como médicos y hombres. Pero la vida impone otros horizontes, formar una familia, empezar la vida laboral eran los nuevos retos. Me casé con Maruja mientras Piter disfrutaba de su soltería. Soltero el uno y casado el otro, las probabilidades de continuar la guachafita eran pocas. Sin embargo, el creador tenia una gran coincidencia final y contundente para mantener nuestra relación. Piter y yo seriamos padres de Camilo y Nicolás con 8 días de diferencia, nuestros hijos crecerían juntos perpetuando una amistad forjada con estas felices coincidencias aquí solo enumeradas. Las historias vendrán después.....