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sábado, 17 de septiembre de 2016

Se acabaron las familias numerosas



Hace unos días en una amena conversación, la prima Stella, comentaba que los pronósticos conyugales y de paternidad de sus hijos eran negativos. Sus probabilidades de ser abuela al corto plazo eran en el mejor de los casos bajas. El comentario me recordó las bajas cifras en el número de hijos de las familias modernas y me llevó a una nostálgica conclusión: las familias numerosas se acabaron.
No pude evitar recordar las vacaciones en Bucaramanga en casa de la tía Áurea o las visitas a Cúcuta donde el tío Enrique. Familias numerosas de muchos hijos, con muchos primos, sobrinos y ahora nietos y bisnietos. Para los recién llegados era un problema aprender los nombres de los habitantes y la genealogía de ese montón de nuevos parientes. ¿Quién era hijo de quién?, sobrino de cuál, el árbol genealógico se volvía una enredadera. Aparecían primos por todos lados. En esas enormes casas vivían todos ellos siempre acompañados de alguna tía soltera que parecía mama de todos y cumplía funciones de vigilancia y control. Hoy me pregunto, ¿cómo hacían?, de donde salía comida, vestido y mantenimiento para tanta gente; cómo se repartían a la hora de dormir; se imaginan las 7:00 de la mañana de un día cualquiera para salir al colegio de todo ese combo. El desayuno, los uniformes, la merienda, hagan cuentas! Hoy se necesita toda una empresa de logística para sacar adelante ese trabajito.
Se imaginan la cotidianidad de esas familias numerosas, la disputa por quien va primero al sanitario y quién se baña de último. Menos mal en esa época había un solo canal de televisión. Se pintan a un papá preguntando quien se comió tal cosa o quién rompió el jarrón, todos pasándose la culpa unos a otros.
Pues mis amigos, ese tropel se acabó, hoy una familia numerosa está conformada por 4 hijos y punto. Las familias promedio están en cuatro integrantes y el número puede bajar en cualquier momento. La razón es muy sencilla, los padres de hoy están preocupados por la seguridad financiera y a más hijos más gastos. Mientras tanto, los hijos de las familias de hoy quieren tener, en el mejor de los casos, mascotas.
Un buen perro o gato y nada más, los bebés para más adelante. Los hijos de hoy están en el terreno de la buena vida, el desarrollo profesional y por supuesto la seguridad financiera.
Me preocupan la cantidad de tías solteras del futuro, las antiguas, las de las familias numerosas, serán solo materia del recuerdo. Las del futuro serán la mayoría porque las niñas de hoy no quieren tener hijos. 
En el futuro cercano sí queremos ver familias numerosas tocará prender la tele y ver, en uno de esos canales de series viejas, a los Walthon.