Sinceramente quiero estar equivocado. Debería esperar los pronuciamientos de los entendidos en la materia. Debería esperar los datos estadísticos de los que manejan las cifras. Quizás fue un momento, una circunstancia, no sé. Debo dejar claro que no se trata de un mal entendido, nadie me lo contó, no fue chisme de vecinos afectados por el trasnocho y el guayabo, no. Lo vi con mis propios ojos, o mejor dicho, no lo vi. Este 25 de diciembre en los parques y conjuntos residenciales que visité no vi balones de fútbol en los jardines, vi pocos padres empujando bicicletas, no vi niños corriendo detrás de una bola, no vi niñas peinando Barbies. Sin exagerar, vi pocos niños en el parque.
¿Dónde están los niños?, me pregunté, ¿qué se hicieron los balones, las muñecas, las bicicletas? No creo que tantos pelaitos se portaron mal, perdieron el año escolar y el niño Dios los castigó, eso no pasa. Será que el niño Dios entró en huelga en protesta, legítima por lo demas, por la preferencia con la costumbre extranjera de Santa Claus? Quizás como los niños de hoy quieren hacer todo por instagram, whatsap o por correo electrónico y en el cielo no hay de eso y menos en un pobre pesebre, entonces no se enteró de los regalos pedidos a travez de las redes sociales.
¿Qué pasó con los juguetes tradicionales que todos los niños salian a lucir orgullosos a las calles y a los parques? Esperaremos los resultados de los analistas de mercados, las cifras de ventas en los grandes almacenes y los datos de expertos en la materia que seguramente nos diran lo que ya intuimos. El balón de fútbol tradicional perdió su partido con FIFA 2019, Las pistolas de juguete, perdieron su batalla con “Call of duty” y todos los juguetes perdieron la pelea con las tabletas electrónicas y los video juegos.
No lo veo mal, son los juguetes de ahora, eso fue lo que el niño Dios les trajo por ser unos buenos pelaos durante el año. El juguete electrónico no es el problema. La preocupación reside en la salud presente y futura de estos niños sedentarios. Los pediatras ya advierten sobre el problema, esperemos que los padres tambien lo entiendan y tomen medidas para que la salud de las nuevas generaciones no se vea afectada por el uso de los nuevos juguetes.
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