Marcar una
época, ¿quién o qué tienen ese privilegio? ¿Quién o qué tienen el suficiente
arraigo para hacer parte de la historia de un colectivo? Solo algunos hechos
importantes, notorios y conocidos personajes o momentos cumbres, logran tener
la importancia para marcar el principio o fin de una época. Para los
que hacen parte del colectivo, identificar ese momento, ese personaje o aquel
hecho trascendente, es fácil. Basta mencionar su nombre y los integrantes del
colectivo toman, sin saberlo, la máquina del tiempo. Evocar el personaje
transporta a esa época, a ese espacio de tiempo vivido que dejó una huella en
el corazón.
Por estos
días, los integrantes del colectivo Universidad del Norte de los años 80, 90 y
un poco más acá, tienen un motivo para evocar. Desafortunadamente un motivo
triste. Murió un personaje que marcó esa época, alrededor de treinta años de
historia colectiva. De una historia dulce, a veces salada pero siempre
irreverente.
Murió Minga,
que vaina, se fueron las arropillas forradas en papeles de colores, aquellas
que fueron capaces de endulzar los momentos de esa historia colectiva. También
se fueron los mangos verdes con sal y pimienta que nos aguardaban en la parada
de la buseta. Pero también se fue la irreverencia, Minga sabía decir con gracia
y desparpajo el apodo o la frase que nadie se atrevía a decir.
Minga las
arropillas de colores, los mangos y tu irreverencia serán recordadas por todos
los que hacemos parte de ese colectivo uninorteño. Hoy, una lágrima se escapa
por la muerte de un referente insospechado de una época feliz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario