Hasta ahora he logrado alejar la política de mis notas, pero esta vez me muevo un poco de esta postura, gracias a un video filmado en Cartagena y a un interesante libro que leo por estos días. Comienzo planteando una situación hipotética en donde vamos a olvidar los hechos recientes de la política nacional y un extranjero nos hace las siguientes preguntas, ¿cuál sería la popularidad de un presidente capaz de desmovilizar a las FARC? ¿Qué daría usted por obtener una paz definitiva para Colombia? La pregunta anterior se puede ampliar preguntando ¿qué estaría dispuesto a sacrificar, usted, para obtener el propósito colectivo?
Las respuestas de los lectores, a estos interrogantes, no me atrevo ni a pensarlas ni mucho menos sugerirlas. Pero estoy seguro que ni tomando la máquina del tiempo de H. G Wells o entrando a los universos paralelos propuestos por Asimov, se habría podido adivinar el resultado que el proceso de paz, con las FARC, produjo sobre el gobierno Santos y su prestigio. Muchas hipótesis, unas más interesantes que otras, tratan de explicar el fracaso del gobierno y la probable caída de este proceso aún después de firmados los acuerdos. Guillermo Perry, ex ministro y hombre muy enterado del panorama nacional planteó tres razones en su columna de El Tiempo. Primero, faltó planeación y coordinación entre las entidades de gobierno para manejar el postconflicto. Segundo, Se utilizó el proceso para dividir al país entre amigos y enemigos del proceso, los del Sí y los del No y finalmente, el presidente se notó más interesado en buscar apoyo y aplausos en la comunidad internacional y descuidó el medio local, que si fue aprovechado por sus contradictores.
Lo cierto es que, sin tomar en cuenta las formas, el presidente que logró desmovilizar al grupo guerrillero más antiguo de América, no lo quieren ni en la casa. Los precandidatos con mayor favoritismo se quieren desmarcar totalmente de lo que tenga que ver con Santos y su herencia. Entonces, no es difícil concluir que estamos a punto de perder los ocho años y todo el esfuerzo invertido en el proceso de paz con las FARC y como consecuencia de lo anterior, tenemos un riesgo elevado de volver a épocas de violencia que por un momento parecían superadas.
Ante este difícil panorama, queda la opción de tomar la máquina del tiempo de Wells para buscar uno de esos universos paralelos en donde la guerra fue superada y Colombia es un país en paz, ¿será posible encontrarlo?
Las respuestas de los lectores, a estos interrogantes, no me atrevo ni a pensarlas ni mucho menos sugerirlas. Pero estoy seguro que ni tomando la máquina del tiempo de H. G Wells o entrando a los universos paralelos propuestos por Asimov, se habría podido adivinar el resultado que el proceso de paz, con las FARC, produjo sobre el gobierno Santos y su prestigio. Muchas hipótesis, unas más interesantes que otras, tratan de explicar el fracaso del gobierno y la probable caída de este proceso aún después de firmados los acuerdos. Guillermo Perry, ex ministro y hombre muy enterado del panorama nacional planteó tres razones en su columna de El Tiempo. Primero, faltó planeación y coordinación entre las entidades de gobierno para manejar el postconflicto. Segundo, Se utilizó el proceso para dividir al país entre amigos y enemigos del proceso, los del Sí y los del No y finalmente, el presidente se notó más interesado en buscar apoyo y aplausos en la comunidad internacional y descuidó el medio local, que si fue aprovechado por sus contradictores.
Lo cierto es que, sin tomar en cuenta las formas, el presidente que logró desmovilizar al grupo guerrillero más antiguo de América, no lo quieren ni en la casa. Los precandidatos con mayor favoritismo se quieren desmarcar totalmente de lo que tenga que ver con Santos y su herencia. Entonces, no es difícil concluir que estamos a punto de perder los ocho años y todo el esfuerzo invertido en el proceso de paz con las FARC y como consecuencia de lo anterior, tenemos un riesgo elevado de volver a épocas de violencia que por un momento parecían superadas.
Ante este difícil panorama, queda la opción de tomar la máquina del tiempo de Wells para buscar uno de esos universos paralelos en donde la guerra fue superada y Colombia es un país en paz, ¿será posible encontrarlo?
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