domingo, 21 de junio de 2020

La dimensión desconocida


 

Ni la dimensión desconocida ni el más distópico de los cineastas pudo imaginar la conducta tomada por un sector de la sociedad ante la pandemia. Connotados profesionales de la salud, jefes de estado, personajes de amplio reconocimiento público y muchos otros salieron a recomendar medidas sin ningún respaldo científico y sin el mas mínimo asidero teórico contra el COVID 19. El problema es que muchas de las recomendaciones resultan con un potencial de daño igual o peor al provocado por el virus que pretenden erradicar.

¿Que nos pasó? En donde se torció la sociedad, qué hizo olvidar a los profesionales de la salud su juramento; cómo un jefe de estado promueve conductas que ponen en riesgo a sus conciudadanos. No es por dinero, la mayoría de las caóticas recomendaciones no les produce ningún beneficio a los que las recomiendan. Hacer buches con sal, vinagre o hipoclorito no enriquece a nadie. Tampoco tomar 8 tabletas de aspirina de 500 mg diarios. La venta de limón, ajo y jengibre no cotiza en bolsa y por saludables que sean estos productos, no sirven para curar nada. En cambio, mezclados con miel descompensaran la glicemia a los diabéticos.

Hago la siguiente pregunta a los profesionales del comportamiento social, ¿qué puede motivar a una persona que estudió en una universidad, que tiene un acerbo cultural y científico a decir todas esas falsedades en público? Recomendaciones que no aguantan ningún análisis, que solo basta hacer una pequeña búsqueda para demostrar su falsedad. Doctores del estudio del comportamiento humano, investigar esta conducta es un reto de grandes proporciones.

El problema no es que las recomendaciones sean falsas o que el promotor quede como un imbécil cuando se demuestre lo tonto de sus aseveraciones. El verdadero problema es que mientras tanto, mientras se demuestra lo falso de las recomendaciones, muchos enfermos no reciben el verdadero cuidado o muchas personas sufren las consecuencias de tratamientos erróneos.  Esta situación que estamos viviendo cumple plenamente el aforismo: La realidad súper a la ficción.

Nuevamente, por favor, por sus hijos, por lo que mas quieran, pregunten antes de consumir algo que los pueda perjudicar. Investigue, tome una segunda opinión, una tercera no importa. El hecho de salir en la televisión, en la radio o en las redes sociales no concede credibilidad. Recuerden las curas milagrosas no existen.

 

1 comentario:

  1. Todos los días en estos 3 meses hemos oído conceptos variados de médicos autorizados por su especialización para evitar el corona virus.No somos médicos, entonces consideramos que pueden servir y que es es verdad lo que dicen.

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