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jueves, 12 de septiembre de 2024

Etapas de la vida

Desde las travesuras de la niñez, pasando por la irreverencia de la juventud hasta las reflexiones de la madurez, cada etapa de la vida tiene su forma peculiar de hacernos reír, llorar y, sobre todo, de hacernos crecer.

La primera década (0 a 10 años), la de los primeros pasos y también de las primeras caídas, es la época maravillosa de nuestra vida, donde todos fuimos felices, o por lo menos así nos lo hace creer la nostalgia. En esos tiempos no teníamos ningún problema, las dificultades eran para los padres. Esta etapa de la vida es fundamental para el buen desarrollo de las décadas subsecuentes. Una buena nutrición y un buen entorno familiar con los cuidados necesarios garantizan un exitoso desarrollo posterior.

La segunda década (11 a 20 años) puede ser de las etapas mas difíciles del desarrollo del ser humano. La adolescencia hace su entrada triunfal de la mano del cambio hormonal, llevando a que estos jóvenes crean que se pueden comer el mundo, todo parece fácil, parece que nunca llegaremos a viejos, no se reciben consejos de nadie. Para colmo de males, la sociedad casi que los obliga a escoger su profesión a estos tempranos años de vida, que lío.

La tercera década (21 a 30 años) la podríamos definir brevemente como la de la ubicación. Es una época en la que te sientes invencible. Terminas la carrera y quieres buscar trabajo con sueldos magníficos. Las relaciones amorosas se tornan más estables y ya se quiere buscar pareja definitiva. Las trasnochadas no duelen, te juegas todos los partidos, las decisiones son impulsivas, las fuerzas alcanzan para todo. Juventud divino tesoro.

La cuarta década (31 a 40 años) es cuando empieza la adultez de verdad. Se empieza a recogen los primeros frutos de lo sembrado en las décadas pasadas, frutos buenos o malos. Para bien o para mal en este tiempo ya deberíamos estar perfectamente bien ubicados en todos los niveles de nuestra vida y con una nueva responsabilidad, la crianza de nuevos integrantes de la sociedad.

La quinta década (41 a 50 años) es el tiempo de la consolidación de nuestra profesión y nuestras familias. También en esta etapa se comienza a considerar el cuidado personal, las rodillas duelen después de los partidos y los guayabos duran días. Caemos en la cuenta de que no somos inmortales. Es cuando empiezas a ver las cosas con más calma y tal vez con un poquito de nostalgia.

La sexta década (51 a 60 años) es el momento de los reconocimientos por las ejecutorias en nuestra profesión. Para bien o para mal somos los referentes de la sociedad de la cual participamos. Pero el tiempo comienza a agotarse, de manera que es hora del envión final para lograr un buen retiro.

Cuando te asomas en el espejo y comienzas a ver mas a tu padre que a ti mismo, cuando los encuentros con tus amigos se producen mas en los sepelios que en la playa, cuando las citas que tienes programadas están mas relacionadas con problemas de salud que con actividades placenteras o cuando el presupuesto en fármacos es mayor que el de las bebidas espirituosas, es porque definitivamente te cayó la séptima década (61 a 70 años)

Aunque cada momento de la vida trae sus propios desafíos, aventuras y sorpresas. Las últimas décadas de la vida están rodeadas de los tradicionales problemas de salud que van tocando a tu puerta sin excepción. De manera amigos que a cuidarse bien y a prevenir achaques para gastar la pensión en diversión y no en medicación.